Profecía

Explicación de la profecía de Isaías 53.

Bienvenidos.

Las profecías Bíblicas.

Jesús y su Doctrina.

El tema que presentaremos a continuación es:

La explicación de Isaías 53.

Esta profecía describe:

Todos los acontecimientos

 Sucedidos al Mesías.

 Escrito en el Evangelio.

Isaías en su profecía del capítulo 53.

Habla de un Mensaje.  Anunciado.

Comienza con dos preguntas: ¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿Y a quién se le ha manifestado su Brazo?

Se había anunciado la redención.

Según la promesa que había hecho a Abraham. Le anunció.

En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra. Por cuanto obedeciste a mi voz.

Por esto le hace esta pregunta. La profecía de Isaías indicaba a Israel y al mundo. Que el mensaje anunciado a los patriarcas, sacerdotes, jueces, reyes y profetas. Debía haber sido creído.

Muchas veces y de muchas maneras se había manifestado el poder de Dios a través de su brazo poderoso. Ellos conocían el poder de su brazo, y quién era su brazo. Moisés le indicó. El eterno Dios es tu refugio y aquí abajo Los brazos Eternos; Él echó de delante de ti al enemigo. Y dijo: destruye.  

El evangelista Juan escribió.

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna.

 

El mensaje Fue anunciado, pero quién lo cree. En el evangelio de Juan se escribe. Que a pesar de hacer tantas señales y milagros. Muchos no creyeron en él.

Fue manifestado, como lo anunció Jesús, en una oración a su Padre.

Debian creer en el anuncio de los profetas, patriarcas, jueces, reyes y sacerdotes. Como se los insistió, Jesús, después de resucitado a dos de los discípulos.

 

La profecía habla de un Renuevo. En Isaías 53, 2. Subirá cuál renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, más sin atractivo para que le deseemos.

La raíz de Isaí. El Rey David.

Isaí es el Padre del Rey David

El Mesías en la carne, procede de la descendencia del Rey David.

El apóstol Pablo habla en la carta a los Romanos. Acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David según la carne. Y fue declarado Hijo de Dios con poder.

Y otra vez dice Isaías:

Estará la raíz de Isaí,

Y el que se levantará a regir los gentiles;

Los gentiles esperarán en él.

En el evangelio se escribe. Dejando a Nazaret, vino y habitó en Cafarnaúm, ciudad marítima, en la región de Zabulón y de Neftalí,

Para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías y Jeremías.

Esta profecía indicaba la naturaleza Humana y Divina del redentor de Israel. Porque Según la carne procedía de la descendencia del rey David, de Judá. Y sus salidas eran eternas, como escribió el profeta Miqueas. Para ser el renuevo de David. Y ser llamado Jesús de Nazaret o renuevo.

 

La profecía habla de que fue despreciado. Tanto en su humanidad, como en su Nombre Santo. Isaías 53, 3. Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.  

Jesús les dijo: al respecto. ¿Ni aun esta escritura han leído:

La piedra que desecharon los edificadores

Ha venido a ser cabeza del ángulo.

En el evangelio. Comenzó a enseñarles, que le era necesario al Hijo del Hombre padecer mucho, y ser desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas. Ser muerto, y resucitar después de tres días.

 

La profecía en Isaías 53, 4. Indica. Como humano. Él Llevó nuestras enfermedades. Nos dice: Ciertamente, llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.

En el evangelio se escribe: Porque había sanado a muchos; de manera que por tocarle, cuantos tenían plagas caían sobre él. Por la culpa del pecado fue herido.

 

La profecía nos anuncia, que fue tres veces herido, en Isaías 53, 4, 5 y 8. Herido por la culpa, la sentencia y la pena de su pueblo, por romper su pacto.  

En el evangelio. Nos dice: Pilato ordenó que le dieran azotes a Jesús. Le hicieron una corona de espinas y se la pusieron a Jesús.

Y lo golpeaban en la cara.

 

En Isaías 53, 5. Nos indica nuevamente que fue herido. Él llevó la sentencia del pecado. Nos dice la profecía:

Más el herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Jesús sufrió y padeció en este cuerpo, para llevar la sentencia del pecado. Para perdonarnos y sanarnos. Era importante para Jesús perdonarnos y sanarnos. Que en su evangelio. Preguntó: ¿Qué es más fácil perdonar el pecado o sanarlos? Y para que sepan dijo: Que el hijo del hombre tiene poder para perdonar los pecados, le dijo al enfermo que se levantara. Así que el perdón de los pecados está ligado a la sanación del cuerpo humano. Al Jesús sanar sus llagas, causada por sus heridas. Sana también nuestro cuerpo enfermo. Perdonándonos.

 

En Isaías 53, 6. Somos salvos por la Gracia de Dios. Nos dice:

Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; más Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. Cargo en él, el pecado de todos nosotros.

Como profetizó el profeta Óseas. Porque Dios cargo en Jesús el pecado de todos nosotros. Somos salvos por su gracia Divina. Como anuncio el apóstol pablo a los efesios, a través de la fe en Jesús.

 

En Isaías 53, 7. Anunciando su Sufrimiento y padecimiento. Sufrió y padeció en nuestro lugar. Nos dice:

Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. Condenado a muerte, por el sanedrín. Lo llevaron ante las autoridades romanas. Para acusarle y poder tener hechos, para que lo mataran.

El evangelio nos dice: que cuando pasó por toda su agonía, juicio y padecimiento. Jesús callaba. ¿Qué hablar ante un pueblo siego y guías de ciego? Que no sabían lo que hacían, matando al Hijo de Dios.

 

En Isaías 53, 8. Indicando el Juicio del Hijo del Hombre. Una tercera herida por la pena de Muerte. Nos dice:

Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes. Y por la rebelión de mi pueblo fue herido.

Los juicios de Dios, sobre él. En el juicio que le hicieron. Lleva la pena. Lo condenaron a muerte. Siendo Inocente de todo. Según el evangelio de Mateo. El paso por el juicio de Dios a los hombres. Porque dice la escritura en la carta a los Hebreos. Que es necesario que el hombre muera una vez y después venga un Juicio.

 

En Isaías 53, 9. Habla de su justicia. Él nos Justificó. Nos dice: Y se dispuso con los impíos su sepultura, más con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.

Fue con los malos su sepultura.

Aunque fue inocente de todo. Por qué.

Pilato salió otra vez, y les dijo: Miren, lo he traído aquí afuera, ante ustedes, para que entiendan que no hallo en él, ningún delito.

Con él crucificaron también a dos ladrones, uno a su derecha y el otro a su izquierda.

 

En Isaías 53, 10. Él fue la expiación por el pecado. Él murió en nuestro lugar. Dice la profecía: Como el cordero de la Pascua. Que se ofrecía cada año en expiación. Pero él lo hizo de una vez y para siempre. Y nos dice la profecía.

Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.

 

Fue la expiación por el pecado. Tomo nuestro lugar.

Y su sentencia fue la Muerte.

En el evangelio de Juan nos dice: Cuando Jesús probó el vinagre, dijo: Consumado es. Inclinó la cabeza, entregó el espíritu. Y Murió. Consumado es, significa pagado en su totalidad. Él pagó nuestra culpa, la sentencia y la pena en su totalidad. No hay deuda con Dios. A través de la justicia de Dios en su hijo.

 

En Isaías 53, 11. Somos justificados. Y santificados. Nos dice:

Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos. Después de hacer la voluntad de Dios, de padecer, sufrir y morir. Nos justificó en su gran sabiduría y conocimiento. Porque él tuvo el conocimiento, aunque nosotros no lo teníamos. En su conocimiento nos justificó.

 

En Isaías 53, 12. Habla de su resurrección, la esperanza, de la vida eterna. Profetiza de su resurrección y glorificación. Diciéndonos.

Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.

Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.

Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?

Exaltación.

En el evangelio de Mateo. Nos dice: Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Se le dio un nombre que sobre todo nombre. Que tiene toda autoridad, poder y carácter. 

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