Tema: El juicio que hace
Dios a Edom
Título: Hermanos de sangre,
hermanos de propósito
Mensaje: “Por haber
injuriado a tu hermano Jacob, Edom serás avergonzado”
Texto: Abdías 1:10
El juicio pronunciado contra
Edom, fue una denuncia profunda contra un corazón que injurió a su propio
hermano, no solo de sangre, sino de propósito. Edom e Israel provenían de un
mismo linaje, ambos con un llamado Divino: formar parte del plan de Dios para
levantar una nación santa y preparar el camino para que de su generación
viniese Su Hijo y Su Reino.
El libro de Abdías relata
con profundidad todo este juicio a Edom. Y las razones que expone son las
siguiente:
1. Por la injuria a
Jacob.
a. 1:10 Por haber injuriado a tu hermano
Jacob, serás avergonzado, y dejarás de existir para siempre. Ez 35:12
2. Por haberse portado como sus opresores.
a. 1:11 En el tiempo que entraban por sus
puertas, echaban suerte sobre Jerusalén, para quedarse con sus bienes, cuando
extraños se llevaban cautivos a su ejército. A pesar de tu estar delante de
Jerusalén, y poder ayudarlos, tú también te portabas como uno de ellos.
3. Por no ayudar a su hermano en su
calamidad.
a. 1:12 Puesto que tú no debiste haber
estado mirando en el día del infortunio de tu hermano, ni debiste haberte
alegrado de los hijos de Judá, en ese día en que se perdieron, ni debiste
haberte jactado en el día de la angustia sobre ellos.
b. 1:13 No debiste haber entrado por la
puerta de mi pueblo en el día de su quebrantamiento; no, no debiste haber
mirado su mal en el día de su quebranto, ni haber agarrado sus bienes en el día
de su calamidad.
4. Por matar a los que escapaban del
exilio.
a. 1:14 Tampoco debiste haberte parado en
las encrucijadas para matar a los que de ellos escapasen; ni debiste haber
entregado a los que quedaban en el día de su angustia.
“La generación de Edom por su mal proceder
con los hijos de Jacob. 10; Jer 49:7-22; Sal 137:7. Pasaron por el juicio de
Dios. Dios levanta a todas las naciones para luchar contra Edom. Edom quedó
destruida totalmente en última instancia en el primer siglo, en el Imperio
Romano, dejando de ser pueblo.
A Edom se le hizo su primer juicio, cuando
se les hizo a las naciones, después del exilio de Judá.
Luego
en el año 400 a de C. los nabateos, desplazaron a los edomitas de sus tierras.
En el tiempo de los asmoneos, después de la revuelta macabea, los echaron de
sus tierras y lo obligaron a ser judíos. Por último, la desaparición de Edom como nación y como
pueblo es uno de los cumplimientos más claros y completos de una profecía bíblica. Abdías, Jeremías, Ezequiel y otros profetas anunciaron su juicio,
y la historia lo confirmó. Ez 35:3-9. Herodes el grande era de la ciudad
Idumea, y en la destrucción de Jerusalén, desaparece Idumea. El territorio
donde habitaban los Edomitas.
Entre
tanto todo el juicio hecho a Edom, se resume en el mal trato que les dieron a
sus hermanos. En resumen Abdías lo proclama así:
1.
No ayudarle en
el infortunio de Jacob.
2.
Eras como uno de sus enemigos, en el día de su infortunio.
3.
Mirabas la desgracia de hermano y no le ayudaste.
4.
Más bien te alegras de que tu hermano quedó en ruina.
5.
De paso te jactas de no ser tú el que se perdía y de ser afortunado.
6.
Por sus puertas entraste y agarraste sus bienes en el día de su ruina.
7.
Al que escapaba del exilio, en la encrucijada lo acechas para matarlo.
8.
De igual forma al que quedaba lo entregaste en el día de su angustia.
9.
Por toda la injuria levantada a tus hermanos.
“Todo este juicio que se le hace a Edom, es
una prueba clara de cómo será el juicio de Dios con respecto al trato que se le
da a su hno. En este caso de sangre. También eran hermanos por el mismo
propósito que Dios tenía con ellos de hacer una gran Nación para su Hijo, para
su reino. Así que no solo eran hermanos de sangre sino de propósito. Parecido a
la iglesia de Jesucristo actualmente. Dios ya no juzgará por un juicio de
condenación a los que han creído en él, sin embargo, si por un Juicio de méritos.
En todo caso al hacer todos estos actos que hizo Edom se niega, que algún
momento haya creído o confiado en Dios”
Porque, Edom eligió el
orgullo, la ambición y el desprecio. Y lo que Dios revela en Abdías, Ezequiel y
Jeremías es claro: Dios observa cómo tratamos a nuestros hermanos, porque la
comunión entre nosotros refleja nuestra relación con Él.
La iglesia de Jesucristo hoy
también comparte esa doble hermandad: unidos por la fe y por la misión. Dios no
juzga con condenación a quienes han creído, pero sí los evalúa en un juicio de
méritos, examinando cómo han tratado a los demás con justicia, humildad y
compasión.
Cuando
negamos al hermano, traicionamos también el propósito de Dios. Así como Edom
quedó sin lugar, también nosotros corremos el riesgo de perder la recompensa si
vivimos con un corazón endurecido.
Reflexión. Piensa hoy: ¿cómo estás tratando a
tus hermanos en la fe? ¿Estás fortaleciendo el propósito de Dios en tu vida y
en la comunidad? El juicio no solo revela castigo, sino también una oportunidad
para arrepentirse y volver al diseño divino.
Oración “Señor, líbrame de la soberbia que me
hace mirar con indiferencia a mi hermano. Ayúdame a honrar el propósito que
compartimos en Jesús tu Hijo, con misericordia, unidad y obediencia. Que mi
vida sea fiel al llamado que Tú me diste, y que refleje tu amor en cada acción.
Amén.”
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