Tema:
La duda.
Título:
“El género de la incredulidad”
Tema central:
Venciendo la
incredulidad.
Mensaje:
La falta de fe nos impide
seguir en el camino.
Texto:
Marcos 9:29
La incredulidad no se vence
por métodos, sino a través de una comunión profunda y personal con Dios. Un
medio sería la oración y el ayuno. Para que puedas comunicarte doblegando tus
deseos, y entregándoles a Dios. ¿Alguna vez has estado en una situación donde
tenías el respaldo de Dios, pero dudaste? En Marcos 9:29, Jesús no habla del
demonio que no sale, sino de la incredulidad que impide que actuemos con la
autoridad que Él ya nos ha dado.
En
este sentido, según el verso que acabamos de leer, acotamos que los discípulos
tenían la autoridad que Jesús ya les había delegado sobre los demonios, según
Mateo 10;1. Sin embargo, ante la presencia del joven atormentado, dudaron.
Cuando Jesús les dice “este género no sale sino con oración y ayuno” se refiere
a la incredulidad. La oración y el ayuno a que se refiere el Señor, es expulsar
la duda de su corazón.
Por las siguientes razones debemos creer en Jesús sin dudar.
1.
Él te ha llamado.
2.
Ya tienes la autoridad
delegada por Dios.
3.
Eres su embajador en la
tierra.
4.
Ejercemos la autoridad, el
carácter, el poder de Jesús en su presencia.
¿Por qué en algunas ocasiones me falla la fe?
- Si soy llamado a ejercer el carácter,
la autoridad está en el poder de Jesús, en el poder de su Espíritu Santo.
- Estoy
viviendo una fe que descansa en la autoridad, el carácter y poder que
Jesús ya me ha entregado
- ¿Porque
estoy dudando, que debo cambiar, cuáles áreas de mi vida necesitan más
comunión con Jesús? Acaso dudo del llamado que me ha hecho ser igual a él,
a hacer lo que él hizo. Lo que me ha ordenado hacer.
- ¿Estoy
dejando que la duda me domine, y no que me domine la confianza absoluta en
Jesús y su poder sobre los demonios?
En consecuencia:
Así como les pasó a sus
discípulos que no pudieron expulsar el demonio. Puede ocurrir en algunos
momentos de nuestra vida.
Porque.
Así como Jesús les dice a sus discípulos que no pudieron expulsar el demonio por su poca fe.
En Mateo 17:20. Ahora les digo, que ese género de falta de fe o incredulidad no
sale sino con oración y ayuno. Es para doblegar su espíritu al de Dios y
recibir la confianza que necesitan en Dios. Santiago el hno., de Jesús, nos
dice el que está falto de fe pida, y lo recibirá.
En otras palabras: el problema no era el demonio
como tal, sino el estado espiritual de los
discípulos,
y Jesús les está enseñando que a través de doblegarse sometiendo su vida a
ayuno y oración, el concederá la fe en él, para poder ejecutar la autoridad que
él les ha delegado en su presencia. En algunos momentos hay que pedir a Dios
que nos ayude en la fe.
Jesús estaba allí, presente. La autoridad sobre
los espíritus malignos ya había sido dada a los discípulos. Sin embargo, fallaron por falta de fe,
no porque el demonio fuera “especialmente resistente” que solo sale con ayuno y
oración. Porque no vemos a Jesús orando y ayunando por esto. Jesús ejercía la
autoridad que tenía en el poder de su Espíritu Santo. Así que no los indica.
Entonces, cuando Jesús dice “este género no sale
sino con oración y ayuno”, está refiriéndose a la incredulidad, la dependencia humana de confiar en Dios, la falta de
comunión con el Padre, en cuanto a creer en la
autoridad ejercida por su Hijo Jesús.
Porque
el demonio o la entidad, no sale con oración y ayuno, sino con la fe de saber
que en la presencia de Jesús que estaba con ellos, estando Jesús en la escena,
solo con su autoridad, poder y carácter sale. Ellos estaban allí con Jesús. Y
no creían.
Jesús
nunca tuvo que ayunar para expulsar demonios, su autoridad estaba clara.
La oración y el ayuno no eran herramientas
mágicas, sino una forma de doblegarse a Dios sin dudar.
En ese sentido, el “género” que necesita salir no
es el demonio, sino la incredulidad arraigada que impide a los discípulos
actuar con fe.
Concluimos
que a ellos les faltó creer en esa autoridad que ya Jesús les había delegado, y
no la ejercieron en fe. sino que dudaron. “La autoridad ya les había sido dada,
pero no la ejercieron en fe; dudaron.” Es lo que se conoce con el
Rema de la palabra. Decir una palabra en fe. El demonio no sale por la palabra.
Sino que tu ejerces fe, al creer en esa palabra. Es decir: La orden es, en su
nombre echarán fuera demonios. Estando presente Jesús en medio de nosotros.
Porque donde están dos o más él está presente. En su autoridad, en su carácter,
en su poder, los demonios se van. Están bajo sus pies. Efesios 1:2.
Otro ejemplo: Un médico con las herramientas correctas frente a un paciente, pero sin seguridad en su diagnóstico, no conoce qué instrumentos utilizar, no actúa con eficacia. Lo mismo ocurre con la vida espiritual. Si no ejercemos la fe en la autoridad, carácter, y poder de Jesús presente con su Espíritu Santo no lo lograremos.
1.
El llamado de Dios se ejerce
creyendo en la fe.
2.
Los demonios solo saldrán
creyendo en la autoridad, el carácter y poder de Jesús sobre ellos. Están bajo
sus pies. Ellos no tienen autoridad ni sobre ti, ni sobre las personas, porque
la autoridad de Jesús está en ti.
3.
Ejerce esa autoridad, creyendo
que él está presente a tu lado, para hacerlo hoy, como lo hizo con sus
discípulos.
4.
Tú tienes la autoridad
ejercerá en fe.
Oremos “Señor, no quiero caminar
bajo la incredulidad, siendo que Tú ya me has dado. Tu eres mi luz. Ayúdame a
vivir una fe activa, fortalece mi fe, ayuda a mi fe, aumenta mi fe. Señor
Jesús, reconozco que a veces tengo la palabra, la promesa y la autoridad, pero
me falta la fe para activar esa fe. Líbrame de la incredulidad que me impide
ver tu poder y confiar en ti. Fortalece mi fe. Hazte presente cada vez que
clame a ti. En el nombre de Jesús, amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario