Tema: Eclipse de Luna y Sol.
Título: Jesús y las señales del Sol y la Luna.
En este aspecto ¿Qué significa la
Luna de Sangre según las profecías Bíblicas? Según la profecía de Joel 2, 30-32.
Según el concepto de la ciencia. Una
"luna de sangre" Ocurre durante un eclipse lunar total. Cuando la
Tierra se coloca directamente entre el Sol y la Luna, proyectando una sombra
sobre la Luna. La luz del sol se filtra a través de la atmósfera de la Tierra y
las longitudes de onda más cortas (como el azul y el verde) se dispersan,
mientras que las longitudes de onda más largas (como el rojo y el naranja)
pasan, dándole a la luna un tono rojizo.
Sucede cuando: La Luna entra en
la zona de la penumbra, que es la parte exterior de la sombra de la Tierra. La
Luna comienza a oscurecerse, pero el efecto es muy sutil. La Luna comienza a
entrar en la umbra y comienza el eclipse parcial. A simple vista, a medida que
la Luna se mueve hacia la umbra, pareciera que le están sacando un bocado al
disco lunar. La parte de la Luna dentro de la umbra se ve muy oscura. Cuando
comienza el eclipse: La Luna completa está pasando la umbra de la Tierra. En
ese momento, La Luna se tiñe de un rojo cobrizo. A medida que la Luna sale de
la umbra de la Tierra, el color rojo se desvanece. Ahora pareciera que le están
sacando un bocado al disco lunar en el lado opuesto al de antes. La Luna entera
está en la penumbra de la Tierra, pero, de nuevo, el oscurecimiento es sutil.
En ese momento, termina el eclipse.
Además de su belleza, el presente
eclipse por pasar, es una señal de los tiempos, que debemos prestar atención. En
los actuales momentos. Según nos indica el profeta Joel: Daré prodigios en el
cielo y en la tierra. Sangre, fuego, y columnas de humo. El sol se convertirá
en tinieblas, y la luna en sangre. Antes que venga el día grande y espantoso de
Jehová. Todo aquel que invocase el nombre del Señor será salvo. Porque en el
monte de Sion y en Jerusalén habrá salvación, como ha dicho Jehová, y entre el
remanente al cual él habrá llamado. Joel 2, 30-32. A partir de este momento.
Que sucedan estas señales. Comienza una cuenta regresiva, sobre el tiempo que
le queda a nuestro planeta tierra. Para que Dios cumpla todo lo que ha dicho en
las escrituras. Y Jesús lo anuncio en su evangelio. En aquel momento, habrá
señales en el sol, en la luna y en las estrellas. En la tierra angustia de las
gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas. Luc 21:25
Es claro que siempre ha habido
eclipses de sol y de Luna. Pero este tiene un efecto especial, que será de
Sangre. Y su tiempo de duración se calcula en 6 horas, que representa el tiempo
de los hombres en la tierra. Sucederá el 13-14 de marzo de este año. Diferente
al tiempo de Dios donde se alinearán los planetas en una línea de 7. Que sucederá
en septiembre de este mismo año. Esto representa que pronto el dominio de Dios estará
sobre la tierra totalmente.
En los días próximos será crucial
para la humanidad que está apartada de Dios. Es momento, para reflexionar sobre
este evento especia. Y se vuelven a Dios. Siguiendo el camino de su Hijo Jesús.
Ya que según la profecía de Malaquías 4, 2, el sol hace referencia al Señor
Jesús. Como el sol de la justicia de Dios. El único que puede mover y trastornar los
tiempos es Dios Omnipotente. Según él, se lo comunicó a Job. Job 38.
Las fechas previstas de eclipse
de Luna y de Sol en este año, son las siguientes:
13-14 de marzo de 2025: Eclipse lunar total.
7-8 de septiembre de 2025:
Eclipse lunar total.
3 de marzo de 2026: Eclipse lunar
total.
20-21 de febrero de 2027: Eclipse
lunar en penumbra.
Los Eclipses Solares serán:
29 de marzo de 2025: Eclipse
solar parcial.
21 de septiembre de 2025: Eclipse
solar parcial.
17 de febrero de 2026: Eclipse
solar anular.
12 de agosto de 2026: Eclipse
solar total.
Estos eventos astronómicos son
siempre fascinantes de observar.
La razón por la que la Luna se ve
roja durante un eclipse lunar no tiene que ver con la distancia entre la
Tierra, la Luna y el Sol, sino con la forma en que la luz del Sol interactúa
con la atmósfera terrestre.
Este mismo fenómeno es
responsable de los colores rojos y naranjas. Que vemos en los amaneceres y
atardeceres. Así que, en cierto sentido, una "luna de sangre" es como
ver todos los atardeceres y amaneceres de la Tierra reflejados en la Luna al
mismo tiempo.
La distancia entre la Luna y el
Sol durante un eclipse lunar no varía significativamente en comparación con
otras fases de la Luna. La distancia promedio de la Luna al Sol es
aproximadamente la misma que la distancia de la Tierra al Sol, ya que la Luna orbita
la Tierra. Esta distancia es de aproximadamente 149.6 millones de kilómetros (1
unidad astronómica). Pero esta vez la luna se verá más pequeña de lo normal.
Sin embargo, la distancia entre
la Tierra y la Luna sí varía debido a la órbita elíptica de la Luna alrededor
de la Tierra. Durante un eclipse lunar, la distancia entre la Tierra y la Luna
puede influir en la duración y el tamaño aparente del eclipse, pero no afecta
la distancia al Sol.
Según la Biblia Dios creo las
lumbreras, entre ella la luna y el sol, para que sirvan de señales de los
tiempos, para los días y los años. Y en Job 38, Dios le afirma a Job, que solo
Dios puede hacer mover con su poder todo el que creo. En este caso la luna y el
Sol.
El eclipse del 13-14 de marzo año 2025 durará 6 horas. Señal del tiempo final para tomar una decisión la
humanidad y su pueblo de volver a Dios. Anuncia que los tiempos se han
terminado.
En la Biblia, se mencionan en
varios pasajes la luna de sangre y suelen interpretarse como señales o
presagios de eventos importantes. Uno de los pasajes más conocidos se encuentra
en el libro de Joel como ya hemos mencionado.
Este versículo sugiere que una
"luna de sangre" puede ser una señal de la llegada del "día del
Señor", un momento de juicio y cambio significativo.
Otro pasaje crucial se encuentra
en el libro de Apocalipsis:
"Y vi cuando abrió el sexto
sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de
cilicio, y la luna se volvió toda como sangre" Apocalipsis 6, 12
En este contexto, el eclipse
lunar se asocia con eventos catastróficos y apocalípticos, simbolizando el fin
de los tiempos y el juicio final.
Sin embargo, este eclipse señala un
tiempo muy cerca al fin. Refleja ya se acabó el tiempo en la tierra. Y vendrán otros
eclipses que especifica la profecía del fin. Porque este no se verá en todos
los países. En cuanto a los países específicos desde los cuales se podrán ver
los próximos eclipses lunares, la visibilidad general es la siguiente:
13-14 de marzo de 2025
Visible en partes de América,
Europa, África y Asia.
7-8 de septiembre de 2025
Visible en partes de América,
Europa, África, Asia y Australia.
3 de marzo de 2026
Visible en partes de América del
Norte, América del Sur, Europa y África.
20-21 de febrero de 2027
Visible en partes de América,
Europa, África y Asia.
La razón por la cual en algunos
lugares no es visible se debe principalmente a que, durante el eclipse, no es
de noche en esas regiones. Es decir, la Luna está por debajo del horizonte y,
por lo tanto, no es visible.
Jesús también mencionó estas
señales:
Habrá señales en el sol, en la
luna y en las estrellas. En la tierra angustia de las gentes, confundidas a
causa del bramido del mar y de las olas.
Desfalleciendo los hombres por el
temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra. Porque las
potencias de los cielos serán conmovidas.
En ese momento, verán al Hijo del Hombre, que
vendrá en una nube con poder y gran gloria.
Cuando estas cosas comiencen a
suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está
cerca. Lucas 21, 25-26. Jesús le anuncia a su pueblo, que ya su redención está
cerca para ellos. Que se paren firme. Que serán restaurados. Se termina el
tiempo de los gentiles. Y se restaura la salvación que anuncia Apocalipsis de
los 144.000 salvados. Apocalipsis 14, 3. Salidos de la gran tribulación por la que
pasará la tierra.
El profeta Isaías anunció: La luz
de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol siete veces mayor, como
la luz de siete días, el día que vendase Jehová la herida de su pueblo, y sanase
la llaga que él causó. Isaías 30, 26.
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