Tema: El juicio de Dios.
Titulado: ¿Por qué Dios tiene que hacerme juicio?
Mensaje: ¡Si las personas, familias y naciones respetan su ley! ¿Por qué no respetan la ley de Dios que los creó?
Texto: “Y de
la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y
después de esto el juicio.” Heb 9:27.
Comenzaremos
diciéndoles:
Que el tiempo es corto, sin
embargo, estamos viviendo, sin importarnos el tiempo ni que la vida tiene un
límite. Porque en cualquier momento morimos inevitablemente. Cada día que amanecemos con vida, debemos
darle gracias a Dios, por un día más de vida. Pero el orden divino no cambia:
Tanto el ser humano como todo lo creado, nace, se desarrolla, crece, se
reproduce y muere. Dios estableció ese ritmo universal. Así comprendió la
revelación de la escritura el apóstol Pablo cuando dijo: “Y de la manera que está
establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el
juicio.” Heb 9:27.
Por
estas razones comprendemos, por tanto, que:
2.
La
vida es incierta.
3.
El
juicio es real.
¿Porqué?
1.
Porque
todos morimos irremediablemente.
2.
Porque
no sabemos cuándo morimos, y qué sucederá después de la muerte.
3.
Dios
es justo, actúa con justicia, y estableció leyes, que rigen al Universo. De igual forma
rigen la vida del hombre.
¿Cómo
es esto?
1. El hombre no vive
permanentemente en un tubo de ensayos. Vive porque nació una sola vez, muere
una sola vez, porque se le fue la vida. Nadie ha regresado de la muerte
reencarnado en otra persona, mucho menos en un animal, que no habla. No hay
escenas repetitivas, todas son únicas. La evolución es incierta, no hay marcas en el cuerpo del
rabo de animales. No hay células más grandes que otras, las mismas permanecen iguales en el cuerpo humano. No hay chispa que
traiga a la gente a la vida, mucho menos a la
muerte.
2. Si las leyes establecidas
en el Universo se distorsionan, o dejan de funcionar, habrá un caos cósmico. Y si el hombre en la tierra y en el
mundo dejara de cumplir sus leyes, habrá un caos en la sociedad, como base
fundamental de la familia, aumentaría la violencia, porque las intenciones del
hombre continuamente piensan el mal. No
habría justicia, y el que se porta justamente, se involucra en el mal.
Concluimos
diciendo:
Que, dada la importancia, de
que el Universo está regido por leyes. Dios también, estableció leyes, para
regir la vida del hombre sobre la tierra. Las leyes no benefician como tal a
Dios. Benefician la vida del hombre en el planeta tierra. Sin ellas la vida sería un
caos.
Aplicándolo
a nuestras vidas:
No importa la riqueza,
fama o fe: todos pasamos por la muerte. Es el único evento por el que pasa el
ser humano, sin que él pueda hacer algo. De
igual forma muere un feto, un bebé, un niño, que un adulto o un viejo. Negar o esquivar la muerte no la detiene. La Biblia lo
llama “establecido” algo que sucederá. Es inevitable, precisamente porque el
primer hombre Adán, no obedeció una palabra que era ley establecida por Dios,
para el primer hombre. Todos morimos.
Reflexionemos en esto:
La muerte es inevitable. La vida es
incierta. El juicio es real.
Ahora, ¿qué culpa tengo yo de que Adán
haya pecado? Y por eso todos morimos. Ninguna, pero estás en un cuerpo de
muerte, generado por este primer hombre.
Por esta misma
razón, Dios establece su pacto. Pacto que fue renovado reiteradas veces. Para
devolver al hombre esta vida perdida, por la desobediencia a su palabra. Y
volver a darle vida. Pero constantemente transgredieron su pacto. Y no
cumplieron su ley. Por eso, a pesar de no cumplir su ley. Últimamente hizo
pacto con su Hijo. Pacto irrevocable. Porque habían roto todas las veces su
pacto hecho anteriormente.
Por eso, el único motivo de
peso de Dios hacer Juicio, es por romper Israel y Judá su pacto, y a las
naciones por transgredir su ley. Porque si las personas, familias y las
naciones respetan su ley. ¿Porqué, no respetan la ley de Dios? Y todo enfoque
profético es de acuerdo al pacto y su obediencia o su transgresión.
En este último pacto que Dios
hizo con su Hijo, con su cuerpo y su sangre, la de Jesús. Exige creer en la
obra que hizo su Hijo. Como único requisito de no hacer juicio al hombre. Ya
que este ha roto su pacto de la ley. Y su hijo la cumplió. Para devolver la
vida perdida, por desobediencia a su palabra y a su ley.
¿Estás
dispuesto a aceptar, a cumplir lo establecido por Dios, en su voluntad? ¿De que
el juicio lo pasó su Hijo y no tu? ¿Para
librarte de la muerte eterna y darte la vida?
Oremos:
Señor, perdóname por haber transgredido tus leyes, acepto que la obra que hizo tu Hijo para librarme de la muerte,
es el único requisito agradable a ti, que tú me exige, en creer en él. Para que
yo no pase por el juicio, después de la muerte, y tú me des la vida eterna en
Jesús tu Hijo.